Equilibrio del mercado de dinero
- El precio del dinero es el tipo de interés r, ya que recoge el coste de oportunidad del dinero.
- La demanda de dinero de una economía depende negativamente del tipo de interés r y positivamente del nivel de producción de la economía Y
- La oferta de dinero u oferta monetaria M se define como la suma de los depósitos bancarios D y el efectivo en manos del público EMP (billetes y monedas en manos de particulares).
- El mercado de dinero está en equilbrio cuando la oferta monetaria es igual a la demanda monetaria. Analíticamente, se expresa como:
M/P=L(Y,r)
siendo M/P la oferta monetaria en términos reales y L la función de demanda de dinero que depende de la producción de la economía Y y del tipo de interés. A esta expresión se le llama función LM.
No confundir oferta monetaria con la base monetaria.
- La base monetaria es la suma del efectivo en manos del público EMP y las reservas bancarias A . La base monetaria son las partidas 1 (billetes en circulación), 2.1 (cuentas bancarias que incluyen las reservas mínimas) y 2.2 del pasivo (facilidad de depósito). Es el agregado de menor cuantía y también se denomina M0.
- La oferta monetaria es la suma del efectivo en manos del público EMP y los depósitos bancarios D. Las medidas de la oferta monetaria suelen denominarse M1 , M2 , M3 , etc., según si son depósitos a la vista, o a plazo...
Hay una relación entre la base monetaria y la oferta monetaria:
La oferta monetaria es igual a la base monetaria multiplicada por el multiplicador monetario , donde a es el coeficiente de caja o la fracción de depósitos que se debe destinar a reservas a=A/D y e es la fracción de los depósitos bancarios que los particulares mantienen en efectivo e=EMP/D.
Actualmente el coeficiente de caja o coeficiente de reservas mínimo es del 1%.
Billetes y monedas en manos de particulares
Las reservas bancarias son los saldos líquidos (efectivo o depósitios) que las entidades de crédito mantienen depositadas en el banco central.
Las reservas mínimas obligatorias son los saldos líquidos (efectivos o depósitos) que las entidades de crédito están obligadas a mantener en el banco central.